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Nuevo Nayarit, 9 de may. (Axis negocios) -- Emilio Romano, presidente y director ejecutivo de la filial mexicana de Bank of America, recibió el mazo de mando con el que, de manera simbólica, inició su gestión de dos años como presidente de la Asociación de Bancos de México, un encargo a través del cual pretende establecer un enfoque simplificado, pero enfocado en dar continuidad a la agenda del sector bancario y alineada con el Plan México impulsado por el gobierno federal.
En términos prácticos, las propuestas del nuevo presidente de ABM se concentran en tres ejes: acelerar la digitalización y la inclusión financiera, dos apuestas que la Asociación lleva trabajando algunos años, a lo cual Romano sumará su intención de dar un mayor impulso a la integración del sistema bancario de México, Estados Unidos y Canadá, una propuesta que parece alineada a los esfuerzos por integrar aún más la zona de libre comercio T-MEC en momentos en los que la Casa Blanca busca cambios en el tejido comercial global.
“La actividad bancaria, es una de las más antiguas del mundo. Los retos no son nuevos y no pretendemos descubrir el hilo negro. El gran reto es identificar acciones concretas que verdaderamente marquen la diferencia”, dijo Romano en su primer discurso ya como presidente de la Asociación. “Es momento de potenciar lo que ha dado resultados, descartar lo que no y explorar nuevas fórmulas para alcanzar los objetivos que nos hemos trazado”.
El jueves, la ABM y el gobierno firmaron un acuerdo para que los bancos impulsen los créditos a las micro, pequeñas y medianas empresas en el marco del Plan México, un proyecto gubernamental a largo plazo para el desarrollo nacional. El compromiso es que al menos 30% de las Pymes accedan a financiamiento al cierre del sexenio de la presidenta Claudia Sheinbaum.
Para muchos la relación entre el sistema financiero y el gobierno es buena. El nuevo presidente de ABM reconoció en su discurso “el temple y la habilidad” en el contexto de los enfrentamientos arancelarios con Estados Unidos.
La digitalización y la inclusión financiera son anhelos del sector y del propio gobierno de años atrás, incluso desde la reforma financiera promulgada en 2014, no obstante su evolución ha sido lenta.
En el caso de acelerar la digitalización, el uso excesivo de efectivo en la economía local es visto como un obstáculo que eleva costos, frena la movilidad social, además de facilitar la informalidad y las actividades ilícitas. Romano ejemplificó lo elevado del uso del dinero en efectivo en México respecto de otros países recordando que mientras países como Brasil o Suecia ya hacen la mayoría de sus transacciones de forma electrónica, en México el 74% de las compras con un valor mayor a 500 pesos aún se hace en efectivo.
Entre las propuestas de Romano para reducir el uso de efectivo destaca su intención de que se limite la emisión de billetes de alta denominación, esquemas fiscales simplificados con el fisco y las instituciones de seguridad social, digitalizar las transacciones gubernamentales, incluidos los pagos de apoyos sociales. Por otro lado, ABM buscará unificar las plataformas digitales en una sola.
En cuanto a la profundización de los servicios bancarios para elevar la inclusión financiera, la apuesta pasa por abrir a nuevos participantes el sistema financiero. Claro que el nuevo líder de los banqueros hizo un llamado a que sea con “piso parejo” y evitando arbitrajes regulatorios.
Para multiplicar la cobertura, buscaremos lograr acuerdos con las grandes empresas del país para que trabajemos de la mano en acercar a sus clientes y proveedores para que accedan por primera vez a financiamiento bancario, a fin de que tengan ese primer acceso a recursos que les permita expandir su negocio.
“Mantener la solidez del sistema depende de todos y cada uno de sus participantes, esta condición, que quede claro, no es negociable”, dijo Romano, para después enfatizar que “Un tema de la mayor importancia para lograr estos objetivos es contar con un poder judicial que imparta justicia de manera imparcial, pronta y expedita”.
Romano enfatizó que si bien los mecanismos de mediación y arbitraje ayudan, “no sustituyen la necesidad de contar con un poder judicial que proteja a ahorradores, acreditados y a la banca”, por lo que buscará a los gobiernos y otros actores involucrados para materializar los tribunales financieros, adecuar la legislación secundaria y reducir los tiempos en la impartición de justicia.
También dijo que buscará simplificar las regulaciones y así reducir los costos relacionados con expansión de los servicios financieros.
Pero la propuesta más significativa tiene que ver con la coyuntura global, donde la Casa Blanca impulsa medidas que llevan a una economía mundial menos globalizada, lo cual podría beneficiar a México, ya que a pesar de ser una de las primeras naciones hacia las cuales parecían ir enfocados los aranceles propuestos por el presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump, para muchos terminará jugando a favor la necesidad de establecer alianzas que le permitan hacer frente a su renovada guerra comercial con China.
Lo que Romano, de Bank of America México, busca, es integrar los sistemas bancarios con los países del T-MEC, entre otras cosas con la intención de estrechar el cerco a las operaciones ilícitas.
“La cooperación regional no es solo estrategia económica: es una visión compartida que requiere un esfuerzo común para la estabilidad financiera de la región”, dijo el presidente de la ABM.
El plan es crear un plan de trabajo con gobiernos y la iniciativa privada para homologar procesos clave y facilitar operaciones. Romano dijo que si bien en México hay estándares altos y una legislación “robusta”, el siguiente paso es operativo.
“Tenemos que ser más ágiles en el intercambio de información en tiempo real, crear mecanismos de detección proactiva, y fortalecer la colaboración entre autoridades y entidades financieras nacionales y extranjeras”, dijo el también director ejecutivo de Bank of America México.
Operativamente dijo que la intención es agilizar el intercambio de información, crear mecanismos de detección proactiva, y fortalecer la colaboración entre autoridades. Esto tiene la intención, dijo, de agilizar transacciones transfronterizas, reducir costos operativos, adoptar mejores prácticas en tecnología financiera –como en nuevas herramientas de ciberseguridad–, además de simplificar los servicios que ofrecemos a quienes operan en ambos lados de la frontera, especialmente a nuestros queridos paisanos que radican en el extranjero.
Con Romano llegaron al comité de dirección Tomás Ehrenberg (Ve por Más), Mauricio Naranjo (Monex), Eduardo Osuna (BBVA México), Jorge Arce (HSBC México), Manuel Romo (Banamex), Felipe García Moreno (JP Morgan México), así como Jorge del Castillo (MUFG Bank México).
Fecha de publicación: 09/05/2025
Etiquetas: ABM Emilio Romano 88 Convención Bancaria